BRUSELAS.- Grecia rechazó ayer una propuesta de sus socios de la zona euro para prorrogar por seis meses el programa de rescate internacional manteniendo los términos del acuerdo con sus acreedores, lo que provocó confusión en las negociaciones sobre su deuda.
Funcionarios de la Unión Europea (UE) dijeron que las conversaciones se acabaron a menos que Atenas cambie de opinión.
El Gobierno de izquierda griego prometió acabar con el programa de rescate de U$S 270.000 millones, revertir políticas de austeridad y terminar con la cooperación con inspectores de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Un funcionario griego indicó que el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, había rechazado un borrador de declaración que se le presentó en una reunión con sus pares de la zona euro en Bruselas para hablar sobre una prolongación del programa existente. “La insistencia de algunas personas para que el Gobierno griego implemente el rescate es irrazonable y no puede aceptarse”, afirmó, sin especificar quién presentó el texto ante la reunión presidida por el ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem. El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, expresó que las conversaciones terminaron en menos de cuatro horas y que los socios de la zona euro están dispuestos a reanudar conversaciones con Grecia si cambia su posición.
“Quedó claramente decidido que si y una vez que haya un pedido para prorrogar el rescate, si hay algunos compromisos de las autoridades griegas de apegarse al programa, entonces el presidente del eurogrupo anunciará la próxima reunión del eurogrupo”, dijo.
Antes del inicio de las conversaciones, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, señaló que Grecia había vivido por encima de sus posibilidades durante mucho tiempo y que en Europa no había ganas de darle más dinero sin garantías. Si no se consigue un acuerdo, aumentará el temor a que Grecia se encamine a una contracción del crédito que podría forzarla a salir de la zona euro. Hasta ahora, el Banco Central Europeo (BCE) ha permitido que el banco central griego le entregue financiamiento de emergencia a los bancos del país, pero se podrían imponer controles de capital si colapsan la negociaciones. El FMI, a su vez, advirtió que no desembolsará más fondos a Grecia si Atenas no avanza en las reformas.
Colonia, no
Varoufakis escribió en un artículo publicado en el “New York Times” en el que relató que su país se niega a ser tratado como una “colonia” sujeta a “las mayores medidas de austeridad para la economía más deprimida”. Varoufakis, que ha descartado que vaya a pedir una extensión, dijo: “no se van a cruzar las líneas que establecimos como límites”. “Nuestro Gobierno no le está pidiendo a nuestros socios una salida para no pagar nuestras deudas”, afirmó.
“Lo que estamos pidiendo son unos pocos meses de estabilidad financiera que nos permitirán embarcarnos en la tarea de (ejecutar) las reformas que la población amplia de Grecia pueda reconocer y apoyar, para que podamos recuperar el crecimiento y poner fin a nuestra incapacidad de pagar lo que debemos”, remarcó.
El Gobierno del primer ministro de izquierda, Alexis Tsipras, fue elegido el mes pasado con la promesa de desechar el rescate, revertir las medidas de austeridad y acabar con la supervisión de la odiada “troika” de la Comisión Europea, el BCE y el FMI.
Un sondeo de opinión mostró que un 68% de los griegos quiere que se realicen concesiones “justas” con sus socios de la zona euro, mientras que un 30% dijo que Atenas debería mantenerse firme aun si eso implica regresar al dracma.
Según el sondeo un 81% querría seguir dentro de la zona euro.
Los socios de Grecia en la zona euro han mostrado hasta ahora pocos deseos de reducir la austeridad exigida a Atenas a cambio de la ayuda financiera final. El programa de rescate expira a fines de mes. (Reuters)